El propietario del establecimiento utilizaba cemento y arena coralina, que fue sustraído del cayo dejando un agujero sobre el borde costero, que posteriormente rellenó en 7 bolsas de fique con el material mezclado y puestos frente a su negocio para proteger el establecimiento de la erosión de la zona sobre el litoral rocoso o borde costero del cayo.
Cabe mencionar que la maniobra realizada en el agujero, produjo una estructura que el agua de mar catalizo, causando graves daños y poniendo en riesgo la fauna, que al anochecer y tempranas horas, transitan por la zona tales como tortugas, crustáceos y aves migratorias.
Al propietario del establecimiento se le impone medida de flagrancia con la suspensión de la actividad y secuestro del material, además se da curso para inicio de un proceso sancionatorio por la Corporación Ambiental CORALINA al que tiene que responder.